Trastorno de Ansiedad Social: Cómo Superarlo y Volver a Disfrutar de la Vida
- Marcela Tessada I.

- 29 mar
- 4 Min. de lectura
Te sientes solo, pero no estás solo.
Imagina que recibes una invitación para una reunión con amigos, pero en lugar de emocionarte, tu corazón se acelera. Te sudan las manos y tu mente se llena de pensamientos como: "¿Y si digo algo tonto?", "Seguro que nadie quiere que vaya" o "Voy a hacer el ridículo". Si esta sensación te resulta familiar, podría ser un indicio de Trastorno de Ansiedad Social (TAS).
El TAS afecta a millones de personas en todo el mundo, limitando su capacidad para disfrutar de la vida social, desarrollarse profesionalmente y fortalecer relaciones personales. En Chile, muchas personas sufren en silencio, creyendo que es solo "timidez" o "falta de habilidades sociales", cuando en realidad se trata de una condición tratable.
Si te identificas con esto, quiero decirte algo importante: no estás solo, y existen formas efectivas de superar este miedo. En este blog, te explico qué es el Trastorno de Ansiedad Social, por qué ocurre y cómo puedes enfrentarlo con estrategias respaldadas por la psicología cognitivo-conductual y la neurociencia.

¿Qué es el Trastorno de Ansiedad Social?
El Trastorno de Ansiedad Social es una condición caracterizada por un miedo intenso y persistente a situaciones sociales o de desempeño, en las que la persona teme ser evaluada o juzgada negativamente. Según el DSM-5 (American Psychiatric Association, 2013), para que se diagnostique el TAS, los síntomas deben interferir significativamente en la vida diaria.
La timidez, en cambio, es un rasgo de personalidad que no impide funcionar en el día a día. La ansiedad social genera una angustia severa que lleva a evitar situaciones importantes, como entrevistas de trabajo o reuniones familiares. Esta diferencia es clave para entender por qué el TAS requiere atención profesional.
Causas del Trastorno de Ansiedad Social
Las causas del trastorno no son únicas, sino múltiples. La ciencia ha identificado factores biológicos, psicológicos y sociales que pueden influir en su aparición.
Desde una perspectiva neuropsicológica, se ha demostrado que la hiperactividad de la amígdala —una estructura cerebral relacionada con la respuesta al miedo— está asociada con la ansiedad social (Hofmann & Otto, 2008). Esto significa que algunas personas tienen un sistema de alerta más sensible, lo que puede intensificar la percepción de amenaza en contextos sociales.
En el plano psicológico, experiencias como el bullying o el rechazo durante la infancia pueden dejar una huella emocional duradera, condicionando la forma en que una persona se enfrenta a nuevas situaciones sociales.
También hay un componente social. La presión por encajar, la cultura del rendimiento o los estándares poco realistas promovidos por las redes sociales contribuyen a incrementar el miedo al juicio ajeno.
Síntomas del Trastorno de Ansiedad Social
Los síntomas del TAS pueden dividirse en físicos, cognitivos y conductuales:
Síntomas físicos: sudoración excesiva, enrojecimiento facial, náuseas, palpitaciones y temblores.
Síntomas cognitivos: pensamientos automáticos negativos como “Todos me están observando”, “Voy a hacer el ridículo” o “No soy suficiente para estar aquí”.
Síntomas conductuales: evitación de situaciones sociales, rechazo de invitaciones, dependencia excesiva de redes sociales para interactuar, aislamiento.
Diagnóstico y Evaluación
El diagnóstico del TAS requiere una evaluación profesional realizada por un psicólogo o psiquiatra. Esta incluye entrevistas clínicas, aplicación de cuestionarios validados y análisis del impacto que los síntomas tienen en la vida cotidiana. Es importante destacar que muchas personas con TAS no buscan ayuda por vergüenza, lo cual prolonga su malestar. Hablar de esto ya es parte del proceso de sanación.
Tratamientos Eficaces: Terapia Cognitivo-Conductual
La buena noticia es que existen tratamientos basados en evidencia que pueden ayudarte a recuperar tu bienestar. La terapia cognitivo-conductual (TCC) ha demostrado ser una de las más eficaces. Esta terapia se centra en cambiar pensamientos disfuncionales, modificar conductas evitativas y desarrollar nuevas habilidades sociales.
Uno de sus pilares es la exposición gradual, que implica enfrentar progresivamente las situaciones temidas, aprendiendo que el miedo disminuye con el tiempo. Otro componente clave es la reestructuración cognitiva, que ayuda a identificar creencias negativas y reemplazarlas por pensamientos más realistas y funcionales.
Además, puede incorporarse entrenamiento en habilidades sociales, sobre todo si la persona ha evitado tanto tiempo el contacto social que siente que “no sabe cómo actuar”. Técnicas como la respiración diafragmática y el mindfulness, respaldadas por hallazgos en neurociencia, también son muy útiles para regular la actividad cerebral relacionada con la ansiedad (Clark & Wells, 1995).
Mi experiencia en consulta: sí se puede
Desde la práctica clínica, puedo decirte que muchas personas que han integrado estas estrategias han logrado transformar su vida. Pasaron de evitar cualquier contacto a participar activamente en su entorno, sentirse más seguras al hablar en público, iniciar relaciones más saludables y, sobre todo, dejar de vivir dominadas por el miedo.
Si estás leyendo esto y te sientes identificado, quiero invitarte a dar el primer paso. Podemos trabajar juntos para que tu vida no esté determinada por la ansiedad. Realizo sesiones presenciales en Providencia y Buin, y también trabajo en línea para acompañarte estés donde estés, incluso si vives fuera de Chile. Atiendo a través de Fonasa y de manera particular.
También te invito a unirte a mi terapia grupal o a mi club de lectura sobre salud mental. Son espacios pensados para conectar, aprender y sanar con otros que están en procesos similares al tuyo. No tienes que hacer este camino solo.
La ansiedad social puede superarse. Tu historia aún no está escrita por completo. Y lo mejor está por venir.
Referencias Bibliográficas
American Psychiatric Association. (2013). Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders (DSM-5). Washington, DC: American Psychiatric Publishing.
Clark, D. M., & Wells, A. (1995). A cognitive model of social phobia. In Social phobia: Diagnosis, assessment, and treatment (pp. 69–93). Guilford Press.
Hofmann, S. G., & Otto, M. W. (2008). Cognitive behavioral therapy for social anxiety disorder: Evidence-based and disorder-specific treatment techniques. Routledge.



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