Cuidadores y Tercera Edad: Claves para el Cuidado Emocional y Físico en esta Etapa de la Vida
- Marcela Tessada I.
- 10 ene
- 5 Min. de lectura
Cuidar a una persona en la tercera edad es una de las experiencias más significativas que podemos vivir, pero también puede ser un desafío emocional, físico y psicológico considerable. Ya sea que estés cuidando a un familiar o a un ser querido, sabes que este rol puede traer consigo momentos de satisfacción, pero también de estrés y agotamiento. En este blog, quiero ofrecerte algunas claves desde la psicología cognitivo-conductual para afrontar este proceso de manera más saludable, tanto para ti como para la persona que estás cuidando.

¿Qué Implica el Cuidado de una Persona en la Tercera Edad?
El cuidado en la tercera edad no solo implica atender las necesidades físicas de la persona, como la alimentación, higiene o medicación. También requiere un importante esfuerzo emocional y psicológico, ya que las personas mayores atraviesan cambios significativos en su salud mental, emocional y social. Las condiciones físicas, como enfermedades crónicas o discapacidades, a menudo van acompañadas de preocupaciones emocionales, como la tristeza, la ansiedad o la pérdida de autonomía.
De acuerdo con el DSM-5 (Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, 5ª edición), las personas mayores pueden ser vulnerables a trastornos del ánimo, como la depresión o la ansiedad, que se agravan por factores relacionados con la salud, la soledad o la falta de apoyo social. Estos trastornos pueden impactar tanto al individuo como a la persona que lo cuida, generando un ciclo de estrés mutuo que debe ser gestionado de manera adecuada.
El Estrés del Cuidador: Un Desafío Psicológico y Emocional
El rol de cuidador puede resultar extremadamente estresante. Aunque el amor y el compromiso son fuerzas motivadoras poderosas, los cuidadores pueden experimentar agotamiento físico y emocional (lo que conocemos como burnout o desgaste del cuidador). Este desgaste se puede manifestar en síntomas de ansiedad, depresión, irritabilidad e incluso agotamiento extremo. Según estudios, un 40-70% de los cuidadores experimentan estos síntomas, que a menudo pasan desapercibidos porque su enfoque está en las necesidades de la persona que cuidan.
Sé que las creencias y los pensamientos que tenemos acerca de nuestro rol de cuidador influyen en nuestro bienestar emocional. A menudo, nos sentimos culpables si no podemos hacer más o si no estamos a la altura de las expectativas que creemos que otros tienen de nosotros. Este tipo de pensamiento puede generar un gran malestar emocional, y es importante identificarlo y trabajar en cambiarlo.
Factores que Afectan el Cuidado en la Tercera Edad
Existen varios factores que pueden influir tanto en el bienestar del cuidador como en el de la persona mayor que recibe el cuidado. Estos factores incluyen:
Salud física y mental de la persona mayor: La presencia de enfermedades crónicas, demencia o limitaciones físicas afecta tanto a la persona como a su cuidador. A medida que la persona mayor enfrenta estas dificultades, su autonomía disminuye, lo que puede aumentar el estrés del cuidador.
Relaciones familiares y apoyo social: El apoyo de otros miembros de la familia o amigos es esencial para el bienestar emocional del cuidador. La falta de este apoyo puede hacer que el cuidador se sienta más aislado, lo que a su vez aumenta la carga emocional.
Expectativas del rol de cuidador: Las expectativas que tenemos sobre lo que significa ser un “buen cuidador” pueden generar mucha presión. Estas expectativas a menudo no consideran las limitaciones humanas y pueden generar culpa o frustración.
Condiciones psicológicas previas: Si el cuidador ya tiene antecedentes de ansiedad, depresión u otros trastornos, puede ser más difícil gestionar el estrés del cuidado, lo que puede llevar a un deterioro de su propio bienestar emocional.
Reflexiona: ¿Te Reconoces en Alguna de Estas Preguntas?
Es normal que, como cuidador, experimentes sentimientos encontrados. Es importante que reconozcas estos sentimientos y busques maneras de gestionarlos. Reflexiona sobre las siguientes preguntas:
¿Sientes que estás perdiendo tiempo para ti mismo/a debido a las demandas del cuidado?
¿Te sientes abrumado/a por la responsabilidad de cuidar a alguien más y temes no poder hacerlo bien?
¿Te resulta difícil pedir ayuda o compartir tus emociones con otros?
¿Experimentas sentimientos de frustración o tristeza cuando la persona que cuidas no muestra mejoras en su salud?
Si alguna de estas preguntas resuena contigo, es posible que estés enfrentando una carga emocional mayor de lo que pensabas. Recuerda que no estás solo/a, y que hay formas de manejar estos sentimientos de manera saludable.
Claves para un Cuidado Emocionalmente Saludable
Aquí te ofrezco algunas estrategias basadas en la psicología cognitivo-conductual para mantener un equilibrio emocional mientras cuidas a una persona en la tercera edad:
Establece límites saludables: Es esencial reconocer tus propios límites. No se trata de ser perfecto/a, sino de cuidar de ti mismo/a para poder cuidar mejor a los demás. Permítete tomar descansos, pedir ayuda y delegar responsabilidades.
Trabaja en tus pensamientos y creencias: Como cuidadores, podemos caer en la trampa de pensar que debemos hacerlo todo por nuestra cuenta, o que no estamos siendo lo suficientemente buenos. Es fundamental desafiar estas creencias limitantes y reconocer que pedir ayuda no es un signo de debilidad.
Gestiona tus emociones: La psicología cognitivo-conductual ofrece herramientas como la reestructuración cognitiva, que te permite identificar y modificar pensamientos negativos y estresantes. Por ejemplo, si piensas "No soy capaz de manejar esto", podrías replantearlo como "Estoy haciendo lo mejor que puedo, y puedo buscar apoyo cuando lo necesite".
Busca apoyo social: No subestimes la importancia de hablar con otros. Ya sea con amigos, familiares o grupos de apoyo, compartir tus experiencias puede aliviar la carga emocional.
Practica el autocuidado: El autocuidado es esencial para cualquier persona, pero especialmente para los cuidadores. Asegúrate de dedicar tiempo para ti, para hacer actividades que disfrutes y que te relajen. El cuidado personal no es un lujo, es una necesidad.
Ejercicio Práctico: Acepta el Apoyo y Establece Prioridades
Te invito a realizar este ejercicio para trabajar en tu bienestar emocional como cuidador/a. Este ejercicio te ayudará a identificar áreas en las que puedes buscar apoyo y establecer prioridades para ti mismo/a.
Ejercicio de Reflexión:
Haz una lista de las tareas diarias que realizas como cuidador/a. ¿Cuáles de ellas te resultan más difíciles o estresantes?
Escribe una lista de las personas a las que podrías recurrir para pedir apoyo. ¿Quiénes en tu entorno pueden ayudarte, aunque sea para una pequeña tarea?
Prioriza tus necesidades. Piensa en tres cosas que puedes hacer cada semana para cuidar de ti mismo/a, y hazlas una prioridad.
El Bienestar del Cuidador y la Importancia de la Terapia
El bienestar del cuidador es fundamental no solo para su propia salud emocional, sino también para la calidad del cuidado que ofrece. En la psicología cognitivo-conductual, sabemos que tomar conciencia de tus emociones y pensamientos es un paso crucial para cambiar patrones de comportamiento y mejorar el bienestar general.
Si sientes que la carga emocional del cuidado está afectando tu salud mental, te invito a reservar una sesión conmigo. Juntos podemos trabajar en estrategias que te ayuden a gestionar el estrés, mejorar tu bienestar y garantizar que tanto tú como la persona que cuidas reciban el apoyo que necesitan.
Aviso Importante
Quiero recordarte que este blog está diseñado para compartir información y herramientas útiles relacionadas con la psicología clínica y el bienestar emocional. No pretende reemplazar la psicoterapia ni sugerir que dejes algún tratamiento que estés siguiendo. Si necesitas apoyo, siempre te recomendaré buscar ayuda profesional personalizada.
Referencias Bibliográficas
American Psychiatric Association. (2013). Diagnostic and statistical manual of mental disorders (5th ed.). American Psychiatric Association.
Lazarus, R. S., & Folkman, S. (1984). Stress, appraisal, and coping. Springer Publishing Company.
Smith, A., & Johnson, T. (2019). Psychosocial aspects of caregiving in older adults: A cognitive-behavioral perspective. Journal of Aging and Health, 31(3), 357-375.
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