Estrés Laboral y Burnout: Cómo Proteger tu Salud Mental en el Trabajo
- Marcela Tessada I.
- 18 dic 2024
- 5 Min. de lectura
La vida laboral puede ser muy exigente. A menudo, los plazos, las expectativas de rendimiento y las dinámicas del entorno laboral se suman para generar una presión constante. Sin embargo, cuando esa presión se vuelve abrumadora, se puede transformar en algo mucho más serio: el estrés laboral y el burnout. Como psicóloga clínica, sé lo devastador que puede ser experimentar estos estados, no solo en el trabajo, sino en todos los aspectos de tu vida.

Si estás leyendo esto y sientes que el estrés está afectando tu vida diaria, que te falta energía, que ya no encuentras satisfacción en lo que antes disfrutabas o que simplemente te sientes agotado/a mental y emocionalmente, este blog está dirigido a ti. Quiero ayudarte a entender qué está sucediendo en tu mente y cómo dar los primeros pasos para proteger tu salud mental, para que puedas recuperar el control y vivir una vida más equilibrada.
¿Qué es el Estrés Laboral y el Burnout?
Estrés laboral es la respuesta física y emocional a las demandas del trabajo que superan nuestra capacidad para manejarlas. Todos experimentamos algo de estrés en el trabajo de vez en cuando, pero cuando ese estrés se vuelve constante y excesivo, puede desencadenar una serie de problemas, tanto a nivel mental como físico.
Por otro lado, el burnout o "agotamiento profesional" es un estado de fatiga emocional, física y mental causado por un estrés laboral crónico. A diferencia del estrés que puede ser pasajero, el burnout se caracteriza por un agotamiento extremo que puede llevar a la pérdida de motivación y la sensación de que el trabajo ya no tiene sentido.
Según el DSM-V (American Psychiatric Association, 2013), aunque el burnout no está clasificado como un trastorno en sí mismo, sus síntomas, como la fatiga, el desapego emocional y la despersonalización, se alinean con los trastornos relacionados con el estrés.
Señales de Alerta del Estrés Laboral y Burnout
A menudo, el estrés laboral y el burnout no son algo que se nota de inmediato. Los síntomas pueden comenzar de forma sutil y progresiva. Si te sientes identificado/a con alguno de estos signos, es importante que tomes medidas para proteger tu salud mental:
Fatiga constante: A pesar de dormir, te sientes agotado/a y sin energía.
Irritabilidad o ansiedad: Reaccionas de forma desproporcionada a situaciones cotidianas.
Desapego emocional del trabajo: Ya no te importa lo que sucede en tu entorno laboral o no ves propósito en lo que haces.
Dificultades para concentrarse: Tienes problemas para enfocarte o tomar decisiones, incluso en tareas sencillas.
Cambios en el apetito o patrones de sueño: El estrés afecta tus hábitos, comiendo en exceso o perdiendo el apetito, durmiendo demasiado o sin poder descansar.
Sentimientos de desesperanza: Sientes que el trabajo nunca mejora y que no tienes control sobre las situaciones que enfrentas.
Síntomas físicos: Dolores de cabeza, problemas gastrointestinales o tensión muscular frecuentes.
Si experimentas una combinación de estos síntomas, es crucial que busques apoyo antes de que el estrés o el burnout empeoren.
Preguntas para Reflexionar:
¿Te has sentido últimamente atrapado/a en una rutina de trabajo que te consume sin darte tiempo para ti mismo/a?
¿Recuerdas la última vez que sentiste entusiasmo por tu trabajo? ¿Cómo te sientes ahora al respecto?
¿Tus pensamientos sobre el trabajo están siendo negativos o sientes que no puedes cambiar las cosas?
Cuando piensas en tu salud y bienestar, ¿qué te gustaría cambiar en tu vida laboral?
Tomarte un momento para reflexionar sobre estas preguntas es esencial. A veces, somos tan absorbidos por la rutina que olvidamos hacer una pausa y cuestionarnos si realmente estamos cuidando de nosotros mismos.
El Impacto del Estrés en la Mente y el Cuerpo
El estrés laboral no solo afecta tu mente, sino también tu cuerpo. Los estudios han demostrado que el estrés crónico puede aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares, trastornos gastrointestinales, insomnio y problemas de salud mental como la ansiedad y la depresión (Kabat-Zinn, 2013). Biológicamente, cuando estamos estresados, nuestro cuerpo entra en un estado de alerta constante, lo que desencadena la liberación de hormonas como el cortisol. Aunque esta respuesta es útil en situaciones de emergencia, cuando se activa de forma prolongada puede tener efectos negativos en nuestra salud.
Neurobiología del Estrés: Según Sapolsky (1998), el estrés crónico puede afectar la estructura y función del cerebro, específicamente en áreas relacionadas con la memoria, las emociones y el control de impulsos. Esto significa que, a medida que experimentamos más estrés, nuestras capacidades cognitivas pueden verse mermadas, lo que contribuye a una sensación de agotamiento mental.
El Enfoque Cognitivo-Conductual para Manejar el Estrés
Desde una perspectiva cognitivo-conductual, el estrés y el burnout no son solo consecuencia de factores externos como el trabajo. También están influidos por la forma en que interpretamos esos factores. Es decir, no es solo lo que ocurre en el trabajo, sino cómo reaccionamos mentalmente ante esas experiencias lo que puede desencadenar o empeorar el estrés.
Ejercicio de Reestructuración Cognitiva:
Identifica tus pensamientos negativos: ¿Cuáles son los pensamientos que surgen cuando piensas en tu trabajo? Ejemplo: “Nunca voy a terminar todo esto”, o “Estoy abrumado/a, no puedo más”.
Desafía esos pensamientos: ¿Son realmente ciertos? ¿Estás exagerando? Pregúntate: ¿Qué evidencia tengo de que esto es cierto? ¿Puedo ver las cosas desde otra perspectiva?
Reemplaza el pensamiento negativo por uno más equilibrado: Por ejemplo, si piensas “No puedo más”, cámbialo por “Estoy pasando por un momento difícil, pero puedo tomarme pequeños descansos y manejar las cosas paso a paso”.
Este ejercicio puede ayudarte a cambiar la forma en que percibes las situaciones estresantes y a reducir el impacto emocional negativo del estrés.
Frases de Reflexión:
"El estrés no es lo que nos ocurre, sino cómo reaccionamos ante lo que nos ocurre." – Hans Selye.
"No puedes controlar todos los eventos que te suceden, pero sí puedes decidir no ser reducido por ellos." – Maya Angelou.
"La salud mental no es un lujo, es una necesidad." – Tara Brach.
Pasos para Proteger tu Salud Mental en el Trabajo
Para proteger tu salud mental, es importante implementar cambios en tu rutina diaria y en tu forma de abordar el trabajo:
Establece límites claros: Es esencial aprender a decir "no" cuando las demandas laborales se vuelven abrumadoras. Establecer límites saludables te permitirá evitar el agotamiento.
Prioriza el autocuidado: Dedica tiempo para ti mismo/a cada día, ya sea para hacer ejercicio, leer, meditar o simplemente descansar.
Fomenta un entorno de trabajo positivo: Habla con tus colegas o supervisores sobre la importancia de un ambiente saludable y cooperativo.
Haz pausas activas: Si trabajas frente a una pantalla, asegúrate de tomar descansos regulares para estirarte, caminar o desconectar mentalmente.
Si sientes que el estrés laboral y el burnout están afectando tu bienestar emocional y físico, te invito a tomar acción hoy mismo. La terapia cognitivo-conductual es una herramienta efectiva para manejar el estrés, cambiar patrones de pensamiento negativos y fortalecer tu resiliencia. Te invito a reservar una consulta psicológica individual, de pareja o en grupo, para aprender estrategias prácticas que te ayuden a proteger tu salud mental.
Aviso Importante
Quiero recordarte que este blog está diseñado para compartir información y herramientas útiles relacionadas con la psicología clínica y el bienestar emocional. No pretende reemplazar la psicoterapia ni sugerir que dejes algún tratamiento que estés siguiendo. Si necesitas apoyo, siempre te recomendaré buscar ayuda profesional personalizada.
Referencias Bibliográficas:
American Psychiatric Association. (2013). Diagnostic and statistical manual of mental disorders (5th ed.). Arlington, VA: American Psychiatric Publishing.
Kabat-Zinn, J. (2013). Full catastrophe living: Using the wisdom of your body and mind to face stress, pain, and illness. Delta.
Sapolsky, R. M. (1998). Why zebras don’t get ulcers: An updated guide to stress, stress-related diseases, and coping. W. H. Freeman and Company.
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